Por su parte, YPF intentará asociarlos a un proyecto en el área denominada Bajada de Añelo. A fines del año pasado, la compañía cerró la compra de ese activo junto a otros en la provincia de Neuquén, para allanar el camino al acuerdo con la malasia Petronas. Se comprometió con la provincia que gobierna Jorge Sapag a hacer una fuerte inversión, que espera no concretar en soledad.
"A través de su subsidiaria local, Sinopec ya inició un due dilligence técnico sobre ciertas áreas de exploración y desarrollo con objetivo Vaca Muerta, junto a equipos técnicos de YPF", informó la empresa en un comunicado.
Galuccio vivió la firma del MOU casi como un triunfo personal, debido a que llegó en un momento en que la caída en los precios internacionales del petróleo amenaza a la actividad.
Contexto adverso
En el comunicado que difundió la empresa, el presidente de la compañía estatal lo ponderaba así: "Este entendimiento nos parece un gran avance porque abre nuevas posibilidades para YPF y el país, en un contexto particular del escenario energético mundial", sostuvo. "Es importante el esfuerzo que está haciendo el Estado para mantener el nivel de actividad local, sostener la producción y el empleo, lo que refuerza la posición de la Argentina como un país atractivo para las inversiones en el actual contexto internacional", completó.
Desde su llegada a YPF, la gestión de Galuccio cerró varios acuerdos de inversión. El más importante es el que alcanzó con la norteamericana Chevron, por 1240 millones de dólares en una primera etapa. Fue, también, el que generó mayores polémicas.
También alcanzó una asociación con el gigante petroquímico Dow, y espera avanzar en los próximos meses en un convenio con la norteamericana Exxon.
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