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Sonrientes y emocionados, contagiaban entusiasmo. Natalia, Jimena, Enzo, Leandro y Gastón son cinco de los primeros 100 jóvenes que recibieron las Becas Fundación YPF para estudiar carreras universitarias vinculadas a la industria energética. En un multitudinario encuentro, dialogaron ayer con el Presidente y CEO de YPF, Miguel Galuccio, y con representantes del ministerio de Educación y de organismos educativos, y pudieron conversar con profesionales de la empresa formados en las carreras que ellos eligieron. También estaban los 50 estudiantes que recibieron las Becas del Bicentenario. Egresados de escuelas técnicas de distintas ciudades del país, fueron elegidos entre más de 2000 postulantes. La beca que recibirán consiste en un aporte de 12 cuotas mensuales de 1300 pesos, con la posibilidad de ser renovada hasta un máximo de cinco años, de acuerdo al rendimiento académico de los estudiantes. El programa se desarrolló en conjunto con la Subsecretaría de Gestión y Coordinación de Políticas Universitarias y el Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET), y es parte del nuevo plan de incentivo a la educación superior de la Fundación YPF, que busca incrementar el ingreso, la permanencia y la graduación de estudiantes en carreras que son estratégicas para el desarrollo productivo y tecnológico del país. Con la preocupación por cambiar el paradigma energético en el país, YPF quiere hacer su aporte para colaborar en revertir el desbalance energético de la Argentina y es por eso que la Fundación YPF cambió su rumbo de trabajo para convertirse en una herramienta del compromiso de formar una nueva generación de petroleros. Tanto es así que el nuevo concepto de la Fundación es “educar para la energía”. Del encuentro de ayer participaron el director ejecutivo de la Fundación YPF, Agustín Lamarca y el gerente de Educación de la fundación, Santiago Bellomo; la Subsecretaria de Gestión y Coordinación de Políticas Universitarias Ministerio de Educación de la Nación, licenciada Laura Alonso; el Director Nacional de Educación Técnico Profesional y Ocupacional del Instituto Nacional de Educación Tecnológica, ingeniero Gustavo Peltzer y representantes de organismos educativos. “¿Qué se necesita para desarrollar los recursos de petróleo?”, se preguntó Galuccio en el auditorio de la Torre YPF Puerto Madero colmado de becados. “Inversión y tecnología –respondió-, pero, por sobre todo, se necesita gente. La industria del petróleo requiere mucho capital y la tecnología es fundamental para el desarrollo eficiente de los recursos, pero la gente es la clave. Se necesitan entre 50 y 100 personas para perforar un pozo, se necesitan geólogos, ingenieros, mano de obra profesional de primer nivel que investiguen, desarrollen y puedan tomar riesgos.” En este sentido, calificó a YPF de “transgresora” ya que formó Y-TEC, sociedad entre el Conicet e YPF, que apuesta a la investigación y el desarrollo. Galuccio recordó sus estudios en la universidad técnica de Paraná, Entre Ríos, y contó emocionado que recibió un préstamo de honor para poder estudiar. “Tienen acceso a algo que yo tuve y voy a agradecer toda mi vida”, dijo a los estudiantes. Los chicos quisieron saber de su vuelta al país. “Era una oportunidad única para un profesional: poder liderar una compañía como ésta que tiene tanto impacto en el futuro de un país”, les contó. Y los despidió: “Tienen una oportunidad única y posiblemente, en algún momento, los veamos trabajando en YPF”. Pelzer habló de los nuevos enfoques de estas carreras a las que calificó de “naturaleza centrada en la práctica”, como son el medio ambiente y la formación continua. Alonso, por su parte, los animó a un futuro exitoso: “Ustedes son una apuesta fuerte”, aseguró. Cuando descubrió que la Ingeniería en petróleo era lo suyo, Leandro Valeiro, fue a anotarse a la universidad privada donde se dictaba. Pero rápidamente se dio cuenta que no podía pagar la cuota. Unos meses después, cuando se enteró que la carrera empezaría a dictarse en la Universidad Nacional Artuto Jauretche, sintió que era un guiño del destino. La carrera llegó a esa universidad de la mano del acuerdo que la casa de estudios firmó con la Fundación YPF y la convirtió en la primera universidad nacional del conurbano en ofrecer esta currícula. Cuando lo llamaron de la universidad para proponerle que se postulara en las becas, ni lo dudó. La suerte volvió a darle la derecha: es uno de los 100 ganadores. “Esta beca nos ayuda a seguir” Leandro vive con sus padres y hermanos en Berazategui. No sólo estudia. Trabaja en la parte administrativa de una curtiembre desde hace dos meses. Hijo de un papá chapista y una mamá comerciante, Leandro es el primero que cursa la universidad. Su hermano vive en Bariloche y el sueña ir a trabajar a algún destino remoto una vez que se reciba. “Esta beca nos ayuda a seguir”, aseguró. Entre las carreras más elegidas por los jóvenes becados se destacan las ingenierías en Química, Geología y las ingenierías Electromecánica, Electrónica y en Petróleo. En la actualidad, la industria demanda más profesionales especializados que los que se gradúan año a año. Con estos logros y bajo el lema Educar para la energía, la Fundación YPF busca formar una nueva generación de profesionales que contribuyan en el desarrollo productivo que requiere el país. “Estoy aprendiendo a estudiar y estoy aprendiendo a… vivir”, confió Enzo Zorzi Ruggiero. A los 18 años dejó su casa paterna en Santa Rosa, La Pampa, para estudiar Física en Bahía Blanca. Lo separan de su casa 300 kilómetros. “Me costó mucho estar solo pero de a poco me voy acomodando”, dijo Enzo, el mayor de cuatro hermanos. Hijo de un farmacéutico y un ama de casa, Enzo sabe que la carrera que eligió es más que original. “Siempre me gustó saber el por qué de las cosas. Me gusta la Física aplicada”, contó. Un compañero que estudia Geología le contó de la beca y se postuló. “Estaba en Santa Rosa cuando me llamaron. Además del apoyo económico, sentís que estás entre 100 personas en las que confían –dijo-. Me dan ganas de estudiar, es una razón más.” Gastón Alarcón nació en Goya, Corrientes, y es el único de los becados que estudia en la Universidad Técnica Nacional de Resistencia, en el Chaco. Estudia Ingeniería en Electromecánica. La salida laboral amplia en la región lo tentó. A los 20 años, Gastón sigue los pasos de su papá, su hermano y su tío. “Mi idea es quedarme ahí después de recibirme, pero hay que ver dónde termino”, señaló. Vive en resistencia con el hermano que cursa el quinto año de la carrera: tiene la respuesta a sus consultas en su propia casa. Un tío que trabaja en la planta de Barranqueras de YPF le contó de la beca. Se anotó por Internet en febrero y lo llamaron hace unos días. “Me sorprendió muchísimo. Te motiva para recibirte”, afirmó. “Mi papá me levantó de la cama para que me inscribiera, apenas se enteró de las becas”, dijo riéndose Jimena Moreno. Es de Caleta Olivia, Santa Cruz, pero estudia Química en Córdoba. Decidió mudarse de provincia para vivir con ella y ahorrarse así el alquiler que suponía estudiar en Río Gallegos. “Estoy recontenta con la beca. Además de la ayuda económica, que es de mucha ayuda para mí, es un empujón fuerte para estudiar”, comentó la flamante alumna universitaria de 19 años. Descubrió la vocación en el secundario y se fue enganchando con el correr de los meses. “Me gusta la química y sé que va a tener buena salida laboral en el Sur. Mi idea es volver, claro”, agregó.