Añelo, de pueblo de paso a la meca del Shale argentina
De cumplirse las proyecciones más optimistas, las reservas de petróleo y gas no convencional de Vaca Muerta contribuirán, en el corto y mediano plazo, al tan deseado objetivo de recuperar la soberanía energética. Mientras tanto, el desarrollo a gran escala de la explotación de hidrocarburos promete generar una serie de transformaciones de envergadura en algunas de las poblaciones más cercanas. Entre estas últimas, tal vez el caso más paradigmático sea el de Añelo, un diminuto pueblo ubicado a unos 10 kilómetros de los pozos de Loma Campana, que incrementó de 2600 a 5000 su población estable de habitantes en apenas tres años, y que promete convertirse en "la capital del shale".
Impulsado por el auge de la actividad petrolífera, se espera que la ciudad albergue a unos 30 mil habitantes en los próximos años, en la mayoría de los casos de familias relacionadas directa o indirectamente con las compañías que explotan Vaca Muerta.
"Hay vecinos a quienes les explicás los planes que hay para el desarrollo del lugar para los próximos años y se te quedan mirando como diciendo '¿qué le pasa a este pibe, está bien o está loco?'", contó a Tiempo Argentino Darío Díaz, intendente del municipio, distante a unos 100 kilómetros al norte de la capital provincial. La incredulidad de algunos de sus habitantes no tiene que ver ni con ignorancia ni con una subrepticia nostalgia y rechazo a los cambios, sino más bien con la verdadera metamorfosis que plantea el crecimiento del pueblo.
Y es que los planes proyectados para Añelo se asemejan bastante a la construcción de una ciudad desde cero, habida cuenta del escaso –o en algunos casos nulo– desarrollo actual de los servicios. Por ejemplo, en materia de salud, hoy la localidad cuenta con apenas un centro de primeros auxilios, razón por la cual la construcción de un hospital figura entre las principales necesidades. En este sentido, desde el municipio están trabajando con organismos provinciales, nacionales e incluso con YPF para definir un Plan Maestro que otorgue "armonía y sustentabilidad en el tiempo" al vertiginoso desarrollo del pueblo.
Ese programa, que estará listo en los primeros meses del próximo año, contiene el desarrollo urbano, el loteo de propiedades, escuelas, salud, seguridad, esparcimiento, la construcción de una zona residencial y otra industrial, la ampliación de la capacidad y distribución de energía eléctrica, red cloacal y desagües de las lluvias, esta última una de las principales preocupaciones de la autoridades. Es decir, todos los servicios necesarios para que deje de ser un "pueblo de paso", según explican quienes siguen de cerca los diversos proyectos.
"Es como estar haciendo cinco pueblos juntos. Si hablamos de infraestructura, por ejemplo, el abastecimiento de energía hoy es de 15 megavatios, y será de 30 en menos de diez años", precisó Díaz, hombre del Movimiento Popular Neuquino (MNP), partido que gobierna la provincia y que, a diferencia de otros tiempos, atraviesa una buena relación con la Casa Rosada.
Según el intendente, también se buscará aprovechar el potencial "agro-industrial y ganadero" de la zona, para diversificar el crecimiento y no quedar absolutamente dependiente de los hidrocarburos. Los cálculos más conservadores estiman que solamente en materia de infraestructura harán falta unos $ 2000 millones.
Algunos de los proyectos serán financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que actualmente trabaja con el gobierno local en torno de una serie de indicadores sociales y ambientales. También reciben aportes de los programas de responsabilidad social de algunas de las empresas que operan en la zona, entre ellas YPF, Total, Petrobras, Schlumberger y Apache, entre otras compañías.
"Varios vecinos lo viven con preocupación, otros con buenos ojos, el añelense no tiene noción de las dimensiones que toma la ciudad o la proyección de crecimiento, su población no ha divisado lo que se viene trabajando", concluye el intendente.
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