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Por décimo año consecutivo, realizamos en la Reserva Ecológica de la Refinería de Luján de Cuyo la suelta de aves recuperadas en el Centro de Rescate y Conservación que allí funciona. También destruimos cerca de 1.000 tramperos secuestrados por policías, inspectores de Recursos Naturales y guardaparques de Mendoza a cazadores furtivos.

Fue en coincidencia con el Día del Animal y este año se sumaron más de 200 alumnos primarios y de nivel terciario, quienes le pusieron calor a la fría mañana del 29 de abril. Le pusieron calor y también mucho color; además de una alta dosis de compromiso con nuestra fauna, al involucrarse activamente en el evento que, gracias al esfuerzo de mucha gente, se ha transformado en una sana costumbre.

Los chicos abrieron las jaulas y las aves volvieron a volar en libertad. Fue la culminación de un proceso que había comenzado varios meses antes, cuando estas mismas especies ingresaron al Centro de Rescate para ser sometidas a un tratamiento de recuperación de su estado sanitario para que el retorno a su hábitat natural fuera óptimo y sin riesgos ni traumas.

Este año liberamos jilgueros dorados, piquito de oro, varios sietecuchillos, un tordo varillero, mistos y sietecolores, además de decenas de palomas mensajeras aportadas por la Asociación Colombófila Alas Benjamín Matienzo, de Maipú, que cada año se suma al festejo del Día del Animal. Cada aleteo de los pájaros fue acompañado por el aplauso de chicos y grandes.

Antes de este momento tan emotivo, destruimos con una aplanadora cerca de mil tramperos decomisados en procedimientos realizados a lo largo del último año en distintos puntos de la provincia a personas que se dedican al comercio ilegal y actúan instalando en el campo estas jaulas transformadas en celdas para atrapar a las aves. Las arrancan de su hábitat salvaje para su comercialización y así, los pájaros terminan viviendo el resto de sus días en pequeños recintos en casas particulares.

Nuestro trabajo conjunto con autoridades ambientales ya comienza a arrojar resultados positivos. Una prueba de ello es la disminución de la cantidad de tramperos que se destruyeron este año en relación a lo ocurrido en el 2006, cuando más de 3.800 fueron aplastados. Según los especialistas, se nota una mayor conciencia ambiental y quizás esto explique la merma. Aunque también hay que reconocer que los cazadores agudizan su ingenio de manera proporcional al aumento de los operativos de control.

Los alumnos que participaron de la actividad concurren a las escuelas República de México y Cayetano Rodríguez de Luján de Cuyo; y a la Tecnicatura en Conservación de la Naturaleza, terciario que se dicta en Godoy Cruz.

La protección del medio ambiente es uno de los valores fundamentales e irrenunciables de YPF y en este sentido, la reserva ambiental ubicada junto a la Refinería de Luján de Cuyo es un buen ejemplo de nuestro compromiso en la búsqueda de minimizar los impactos medioambientales, en este caso, con la conservación de la diversidad biológica que existe en el desierto mendocino, y así establecer un nexo con el desarrollo socioeconómico.